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TÜV Rheinland, el equilibrio perfecto

22 de Abril de 2013//
(Tiempo estimado: 5 - 10 minutos)

GESTIÓN / NEGOCIOS / SOSTENIBILIDAD

Desde la creación de TÜV Rheinland en Colonia, en 1872, la compañía es sinónimo de calidad y seguridad en la interacción entre el ser humano, la tecnología y el medio ambiente. Con el objetivo de la aplicación fiable de los estándares normalizados de alto nivel para la calidad y seguridad en todo tipo de áreas económicas y de la vida cotidiana, los expertos de TÜV Rheinland inspeccionan, auditan y certifican plantas industriales, vehículos, productos y servicios.

De la mano de su consejero delegado en España, Ignacio Mosso Santiagos, conocemos el desarrollo concreto de la actividad del Grupo en nuestro país. De nacionalidad española, Mosso Santiagos nació en Chile. Es licenciado en Ciencias Económicas por laUniversidad Católica de Chile y tiene un MDA conjunto entre el Instituto deEmpresa de Madrid y la London Business School. Hasta mediados del año pasado fue presidente de la Asociación Española de Grupos Empresariales de Inspección y Certificación (AEGIC).
En 1986 comenzó su andadura profesional en el Grupo TÜV Rheinland, siendo asesor especializado en organización, financiación y evaluación de proyectos de inversión, además de project manager para la introducción y desarrollo de las actividades en el campo de la Inspección Técnica de Vehículos para TÜV Rheinland en España y América del Sur. En 2004, ocupó el cargo de director general de TÜV Rheinland Andino y en 2005 fue nombrado consejero delegado en España, su puesto actual.

ALDARA BARRIENTOS: En los últimos 20-25 años, hemos asistido a un renacimiento de la cultura de la calidad en todo el mundo desarrollado. Nos decía Manuel López Cachero (como presidente del patronato de FUNDIBEQ), que España es de los primeros países europeos en modelos medio ambientales y en Sellos de Excelencia, y que las políticas que tan buen resultado han dado en Europa ahora se difunden en el mundo latinoamericano. Su bagaje profesional se desarrolla entre América Latina y España. ¿Cuál es su opinión acerca del nivel de las políticas de calidad y medio ambientales a uno y otro lado del Atlántico?
IGNACIO MOSSO: Actualmente, los países emergentes –clasificación en la que encontramos a Brasil, China e India– y el resto de los países en desarrollo del otro lado del Atlántico buscan mejorar la calidad, la productividad y la protección de su medio ambiente. La sostenibilidad futura de sus sociedades y economía es fundamental para todos ellos.
En este momento, muchos mantienen unas tasas elevadas y sostenidas de crecimiento, pese al impacto que la crisis económica les está ocasionando en el precio de las materias primas que exportan. 
Los emergentes están impulsando decididamente políticas de calidad y sostenibilidad del medio ambiente y, en ese sentido, España está jugando un papel muy importante en Sudamérica, porque ha exportado los modelos que tanto éxito han tenido en nuestro país.Los estándares internacionales se han adaptado a las diferentes realidades locales. 
Adicionalmente, también allí se están poniendo en marcha diferentes modelos para el desarrollo del turismo sostenible, de gran importancia para las economías regionales y locales. Los turistas europeos y americanos son muy sensibles a las certificaciones y sellos de calidad internacionalmente reconocidos. 
Por el contrario, en este lado del Atlántico, y especialmente en España, las políticas de calidad pasan por la austeridad en el gasto, por salvar la cuenta de resultados, el puesto de trabajo… Debemos buscar el equilibrio para compatibilizar la actividad económica con la sostenibilidad del medio ambiente y la calidad. Las empresas que han conseguido el Sello de Excelencia tienen indicadores y una exhaustiva gestión de control de todos sus procesos, lo que les ayuda a sobrellevar mucho mejor la crisis. En definitiva, el disponer de un sistema de gestión de la calidad permite conocer a fondo tus procesos y visualizar fácilmente dónde puedes ahorrar y cómo mejorar. No olvidemos que las empresas están comprometidas con una mejora continua.

A.B.: TÜV Rheinland se crea en 1872 en Colonia, Alemania; aunque su historia en nuestro país no comienza hasta 1981. ¿Qué peso tiene España dentro del Grupo?
I.M.: En España desarrollamos la misma línea de servicios que nuestra compañía a nivel mundial. Dentro del Grupo, representamos del orden del 4% de la facturación global. 
Nuestra principal área de actividad se desarrolla en el sector de automoción, donde contamos con una red de 24 estaciones de ITV, distribuidas entre Castilla-La Mancha, Madrid, Navarra, País Vasco y Murcia. En el Grupo en España somos del orden de 1.000 trabajadores. 
La segunda línea de negocio más importante es la actividad en el campo de los servicios industriales, donde actuamos como organismo de control de inspección reglamentaria, realizamos inspecciones voluntarias, de tercera parte. También ofrecemos los servicios de certificación de sistemas de gestión, tanto acreditados como no, la certificación de productos, seguridad y salud en el trabajo y formación entre otros servicios.

A.B.: Pocas compañías superan el siglo de existencia, y ustedes casi alcanzan ya el siglo y medio. ¿Cuáles son las claves que explican esta historia de éxito de TÜV Rheinland? 
I.M.: Siempre estamos aportando soluciones para garantizar la seguridad y sostenibilidad, dando respuesta a los retos que surgen de las interacciones entre el hombre, la tecnología y el medioambiente. La satisfacción del cliente es nuestra motivación. Creo que esto es esencial. Ahora mismo, en España, muchos de ellos atraviesan problemas económicos, lo que nos obliga a adaptar nuestra línea estratégica con el fin de aportar un valor añadido. Somos una organización independiente, neutral y profesional, no pertenecemos a ningún grupo empresarial, ni cotizamos en Bolsa. El año pasado cumplimos 140 años de vida, que no es poco, lo que nos da un bagaje de conocimiento que nos permite centrar nuestro trabajo en apoyar a nuestros clientes para que tengan más éxito. 
Las esquinas del triángulo con la onda en nuestro logotipo simbolizan la interacción entre el hombre, la tecnología y el medio ambiente, y la onda representa un examen técnico. Creemos que el progreso tecnológico es rapidísimo, pero perfectamente compatible con la sostenibilidad del medio ambiente y el desarrollo social.

A.B.: En 2011, durante el Foro de la Economía Verde, aportaba usted un dato interesante: “Se calcula que en España habrá 2.775.000 empleos ‘verdes’ en 2020”, decía. Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, actualmente existen poco más de 400.000 empleos medio ambientales sostenibles en nuestro país. ¿Qué premisas deben darse para poder alcanzar esa cifra? ¿En qué medida la economía verde representa una alternativa para la generación de empleo? 
I.M.: Hace dos años, la crisis estaba recién comenzando, pero yo soy un convencido de que vamos en esa dirección, como lo está demostrando la realidad: hay que desarrollar un trasporte sostenible, una construcción sostenible, gestionar los residuos, etc. La concienciación de la sociedad en la conservación del medioambiente es cada vez mayor. Hoy no se concibe un producto que sea agresivo con el entorno, con independencia de la crisis; y lo mismo sucede con respecto a la calidad y la seguridad de los productos.
Cuando se habla de empleo del sector verde, nos referimos tanto a los trabajos directos como a los indirectos. Habitualmente, aludimos a las energías renovables, a la eficiencia energética y a la gestión de residuos, por ser lo más clásico, pero también hay muchas otras empresas que contribuyen; por ejemplo, el fabricante de papel que utiliza materia prima reciclada. Todo esto genera empleo indirecto clasificable en el entorno de la economía verde. 
En mi opinión, casi todo el empleo que se va a ir creando, tanto directo como indirecto, estará cada vez más vinculado con este aspecto. Prueba de ello es que hoy no puedes desarrollar ninguna actividad que no contemple la sostenibilidad, la protección del entorno: del agua, el aire, el suelo…

A.B.: Muchos líderes demuestran no estar preparados para el desarrollo tecnológico y el veloz cambio que este imprime en cada sector; sin embargo, su compañía está en contacto directo con la innovación. ¿Cómo se vive esa velocidad en el entorno industrial? 
I.M.: A pesar de que nosotros sí estamos muy cerca del progreso tecnológico, de la investigación y su desarrollo, ya que nos corresponde certificar, inspeccionar o auditar los servicios y productos, lo cierto es que la penetración de la innovación en el ámbito industrial es más lenta, aunque es un proceso constante.
El hecho de tener que certificar productos nos exige estar colaborando de forma estrecha con las nuevas tecnologías. Nos involucramos en las innovaciones tecnológicas y en la evolución económica para poder desempeñar nuestro papel.
Para el Grupo, la innovación es algo fundamental. Por ejemplo, somos el número uno certificando placas solares, pero, para conseguirlo, hemos estado muy implicados desde el inicio. Ahora mismo, también estamos trabajando intensamente en lo referente al transporte sostenible, en el coche eléctrico; de ahí que estemos en contacto con las grandes empresas que lo están promoviendo, porque es esencial conocer en profundidad el avance tecnológico para analizar el impacto que puede tener en el ser humano, en el entorno o en el medio ambiente.

A.B.: La formación constituye alrededor del 15% de los ingresos de TÜV Rheinland Group en el mundo. ¿Qué representa en España? 
I.M.: La formación es un servicio tradicional de nuestro Grupo, complementario a nuestras líneas de actividad habituales. En España, representa del orden del 3% de la facturación y, básicamente, ofrecemos formación en todos los campos de actividad de nuestro negocio. Nuestra oferta de cursos es muy amplia y se puede consultar en nuestra página web (www.tuv.es). Los realizamos tanto in company como en abierto, presenciales o e-learning..., adaptándonos siempre a las necesidades del cliente. Ofrecemos cursos de gestores de eficiencia energética, auditores, y en sectores de seguridad industrial específicos tales como en ensayos no destructivos ofrecemos calificación y certificación según la nueva Norma Internacional ISO 9712:2012 que substituye a la antigua UNE-EN 473:2009 y regula el ámbito de cualificación de los técnicos de END, etc.

A.B.: TÜV Rheinland es una de las entidades de certificación acreditadas por el Club Excelencia en Gestión para participar en el Esquema de Reconocimiento. ¿Cuál ha sido la evolución de los Sellos de Excelencia Europea otorgados? 
I.M.: En nuestro caso particular el número de certificaciones del Esquema de Reconocimiento Europeo ha crecido levemente, y este año creo que mantendremos un nivel muy similar al de 2012. Nosotros seguimos apostando por la Excelencia y por ello hemos incorporado dos evaluadores adicionales para calificarse como coordinadores. Han desaparecido algunas subvenciones destinadas a los sellos 200+, lo cual seguramente tendrá un impacto negativo en el número de este nivel del Sello.
La crisis está afectando a las empresas, pero el Sello de Excelencia distingue a aquellas que lo consiguen, pues representa un compromiso clarísimo con la mejora, y es un plus sobre el certificado tradicional de la ISO 9000 o cualquier otro. Nuestra experiencia con el Sello de Excelencia es positiva.

A.B.: ¿Cuál es la tendencia en el caso de las acreditaciones en gestión ambiental?
I.M.: Pese al difícil momento económico, las empresas acreditadas y las acreditaciones en gestión ambiental están creciendo. No solamente hay que considerar las empresas certificadas (los clientes), sino también las entidades acreditadoras, como es nuestro caso, y sin duda las acreditaciones que más aumentan son las relacionadas con la gestión medio ambiental y la eficiencia energética. 
Las empresas están siendo conscientes de que, por ejemplo, la certificación del Sistema de Gestión Energética ISO 50001 les ayuda a ahorrar costes, a ser más eficientes. La eficiencia energética va de la mano con un buen sistema de gestión de calidad y protección del medio ambiente. Son inseparables; de lo contrario, el servicio no se podrá vender en ningún lugar del mundo, del mismo modo que hoy es imposible vender un producto que no sea seguro.


Entrevista publicada en Executive Excellence nº102, abr13


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