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El arte mecánico de Warhol llega a CaixaForum Madrid

21 de Febrero de 2018//
(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

Treinta años después de su muerte, Andy Warhol sigue siendo el máximo exponente de la cultura pop. Sus coloridos retratos de Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor, o las series de latas de sopa Campbell y botellas de Coca-Cola, se han convertido en todo un icono del arte moderno. 

Con el objetivo de destacar la influencia que Warhol ha tenido en las manifestaciones artísticas contemporáneas, Obra Social ”la Caixa” presenta en CaixaForum Madrid la exposición Warhol. El arte mecánico. La muestra, organizada junto al Museo Picasso Málaga, pretende abordar la compleja producción del artista, poniendo especial énfasis en las transmutaciones que experimenta el conjunto de su legado durante su carrera. 

Con esta retrospectiva del artista estadounidense, Obra Social ”la Caixa” continúa su apuesta por impulsar las manifestaciones artísticas contemporáneas. Mediante estas exposiciones, así como ciclos de cine y fotografía, la entidad presidida por Isidro Fainé quiere mostrar la influencia de estas disciplinas en la sensibilidad contemporánea y destacar el papel de los grandes creadores visuales del siglo XX en nuestra forma de ver el mundo. En este sentido, ha organizado exposiciones dedicadas a grandes nombres asociados a la cultura popular, como el fotógrafo Philippe Halsman, cineastas como Federico Fellini o proyectos como el de Salvador Dalí y sus vínculos con la cultura de masas.

La muestra llega a Madrid tras su paso por CaixaForum Barcelona, donde fue visitada por más de 228.000 personas. Después recalará en el Museo Picasso Málaga.

La retrospectiva está formada por 348 piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos, serigrafías, instalaciones, libros de artista, películas, portadas de discos, pósteres, revistas, objetos y material fotográfico. Además, incorpora cuatro obras que no se pudieron ver en Barcelona: Single Elvis (1964); Most Wanted Men No. 1, (1964); Self-Portrait, (1966); y el vestido The Souper Dress (1967). 

Como no podía ser menos, también se muestran los iconos más emblemáticos y universales del mundo creado por Warhol: la lata de sopa Campbell’s, los retratos de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy, Elvis Presley o Liz Taylor, pero también cine experimental, como sus Screen Tests o la legendaria instalación multimedia concebida con la banda de música The Velvet Underground.

Las obras proceden de numerosas instituciones públicas y colecciones privadas nacionales e internacionales, como el Andy Warhol Museum (Pittsburgh), el Museum of Modern Art (Nueva York), el Centro Georges Pompidou (París) y la Tate (Londres). 

La muestra subraya varios aspectos de su obra, como por ejemplo la innovadora forma en que Warhol aplica la idea de proceso a su polifacética obra seriada, los fuertes vínculos entre biografía personal y producción artística que la atraviesan y, por supuesto, su originalidad y talento para combinar de un modo transversal y cíclico diferentes técnicas, medios y repertorios iconográficos. De esta forma crea representaciones que son al mismo tiempo canónicas, por formar parte de la historia oficial del arte occidental, y simbólicas, por haberse insertado en el imaginario colectivo popular contemporáneo.

Tres décadas de febril actividad creadora

La exposición parte de los inicios profesionales de Warhol en el Nueva York de 1949, cuando el artista empezaba una exitosa carrera como diseñador gráfico para revistas como Glamour, Vogue o Harper’s Bazaar, grandes sellos discográficos como Columbia Records o Prestige Records, e importantes marcas comerciales como Tiffany & Co. 

Coleccionista empedernido, Warhol también demostró pronto un marcado interés por el arte contemporáneo, que triunfaba por aquel entonces en la ciudad. No tardó en abordar el mundo de las galerías de arte, consagrándose como el artista pop por excelencia en torno a 1960-1961. Lo hizo estetizando productos de consumo, como sus célebres series de las sopas Campbell’s, o transformando en grandes iconos del arte contemporáneo a los mitos del cine de la época, como Marilyn Monroe o Liz Taylor.

El singular punto de encuentro que representó la Silver Factory se convirtió en un laboratorio cultural experimental, a la vez que sede de un nuevo tipo de empresa cultural. Fue el escenario para desarrollar sus radicales proyectos cinematográficos o sus trabajos multimedia como productor musical.

Tras superar un intento de asesinato en 1968, Warhol cambió de táctica creativa y se convirtió a sí mismo en personaje. Trasladó la sede de sus operaciones comerciales y estéticas a The Office, un espacio más burgués y ordenado logísticamente. Superada la muerte, se convirtió en un artista-empresario: dirigió la revista Interview, pintó retratos de famosos y respondió a todo tipo de encargos comerciales, hasta su inesperado fallecimiento.

Una obra aparentemente impersonal

La muestra focaliza la atención en la innovadora forma en que Warhol recoge y actualiza para su tiempo las invenciones industriales del siglo XIX. Usa todo tipo de técnicas y de máquinas, desde la serigrafía hasta la grabadora de vídeo, dando importancia a la edición como principio esencial en su obra, con patrones productivos que él mismo definía como “propios de una cadena de montaje”. 

Por eso llegó a calificar su obra como de arte mecánico, aparentemente impersonal. Así cortocircuitaba la tentación de otorgarle una carga de espiritualidad intencional que cínicamente no quería que se le atribuyera. El silencio nihilista de Warhol, en una obra espectacularmente visual como la suya, es de hecho, y paradójicamente, uno de los factores que dan altura poética a su trabajo.

Así, la exposición reúne todas las etapas del artista, desde sus primeros dibujos en la década de los cincuenta, pasando por muchas de sus creaciones más icónicas —Before and After (1961), Three Coke Bottles (1962), Brillo Soap Pads Box (1964-1968), Gold Marilyn (1962), Liz (1963), Mao (1973), Cow Wallpaper (Papel pintado con vacas) (1966) y un largo etcétera—, hasta el autorretrato de gran formato de 1986, que da la bienvenida a los visitantes en la entrada a la exposición. 

También se ha querido hacer especial énfasis en algunas de las más emblemáticas instalaciones de Warhol, como el espacio que acoge las Silver Clouds, realizadas en un material reflectante experimental, fabricado especialmente para el Programa Espacial de la NASA, y que evocan la ligereza de los cielos y la ingravidez del espacio exterior. También se exhibe Exploding Plastic Inevitable, el extravagante espectáculo que incluía actuaciones con The Velvet Underground and Nico y que resultó una auténtica explosión conceptual de sonido y movimiento.

Asimismo, se ha querido incluir un espacio de documentación -procedente de la Colección de Paul Maréchal (Canadá)-, que recoge multitud de colaboraciones de Warhol para portadas de discos, carteles, anuncios, libros o televisión.

La noche de Warhol

Como es habitual, a partir de la muestra Warhol. El arte mecánico, la Obra Social ”la Caixa” despliega un amplio programa de actividades para todos los públicos, que incluye la Noche de Warhol. El próximo 13 de abril, el foyer de CaixaForum Madrid recreará el mítico ambiente que se vivía en The Factory, invitando a artistas y músicos a participar en un evento que pretende superar el entretenimiento para erigirse en agitador cultural. Varios artistas visuales llevarán a cabo performances en una escenografía especialmente creada para la ocasión que también contará con una programación musical propia. 


Texto publicado en Executive Excellence nº145 feb. 2018.