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España: percepciones y realidades

16 de Diciembre de 2013//
(Tiempo estimado: 5 - 10 minutos)

Hilario Albarracín, consejero delegado de KPMG España; Rosa García, presidenta de Siemens España; Raúl Grijalba, presidente ejecutivo de ManpowerGroup; Walter Ji, CEO de Huawei Spain & Portugal; Ana Isabel Pereda, directora de Expansión, y Jorge Rivera, director de Cinco Días, conformaron la mesa “España: percepciones y realidades”, celebrada durante la Jornada de CEDE, que tuvo lugar en Málaga el pasado 14 de noviembre.

Moderados por César Arranz, vicepresidente de CEDE, los seis ponentes reflexionaron, desde diferentes perspectivas, sobre el complejo escenario al que debe enfrentarse el empresario español y sobre las claves que pueden ayudar a la recuperación del crecimiento. 

En concreto, las intervenciones de los responsables de los dos principales diarios económicos de nuestro país ofrecieron una visión razonada de los logros y desafíos de la economía española. 

“Debemos construir un modelo económico duradero”

Ana Isabel Pereda, directora de Expansión, comenzó su intervención aludiendo a la noticia de portada con la que su diario abrió el pasado 13 junio, titulada: “Recuperación a la vista”. Una afirmación entonces arriesgada, “pues ningún analista, ni tampoco ningún político, hablaba de este tema”, pero motivada por los datos adelantados del Indicador Sintético de la Economía, a los que el periódico tuvo acceso. El devenir de los acontecimientos ha ido confirmando aquella aseveración. Según Pereda, “la percepción de la situación económica tanto dentro como fuera del país ha mejorado, pero ahora tenemos el reto –y también la oportunidad– de construir un modelo económico duradero, que sustituya al ladrillo del último boom, y que cree empleo”.

Pereda enumeró “cinco indicadores positivos (cinco realidades), que apuntan a un incipiente despegue de la economía; cinco tendencias positivas (cinco percepciones), que espero que también se traduzcan en indicadores en los próximos meses, y por último cinco retos, reformas clave, que considero que quedan por hacer y que habría que acometer”. 

Cinco realidades: 

- La producción industrial española vuelve a crecer, tal y como publicó el 7 de noviembre el Instituto Nacional de Estadística, lo que refleja un incremento del 9,4% con respecto a septiembre. 

- Después de tres años de caídas, el comercio minorista aumentó en septiembre más del 2%.

- Las matriculaciones de coches, si bien los datos acumulados de los diez primeros meses ya mostraban un pequeño crecimiento, se dispararon un 28% en septiembre y un 34% en octubre.

- La famosa prima de riesgo, que está en niveles de 235, se encamina hacia la ansiada cota de los 200 puntos, cuando hace cinco meses batía el récord alcanzando los 648. Esto podría suponer al Tesoro un ahorro superior a los 5.000 millones de euros y al tipo de interés que marcan las empresas en sus emisiones privadas.

- Las empresas consolidan su recuperación. Analizando el avance de los resultados de las del IBEX 35, los datos de 30 de ellas reflejan una subida del 22% durante el tercer trimestre. Además, las grandes empresas están reduciendo su endeudamiento trimestre tras trimestre hasta niveles muy interesantes y están acometiendo importantes restructuraciones de deuda de miles de millones.

Junto con los datos, cinco percepciones positivas: 

- Las empresas de gran consumo también empiezan a ser más optimistas. En Expansión hemos sondeados grandes superficies que manejan grandes volúmenes (El Corte Inglés, Inditex, Día, IKEA, Mango, Eroski, Cortefiel…) y, después de 37 meses de caídas, barajan mejoras continuas en el gran consumo. En concreto, apuestan por la recuperación, posiblemente en 2014, y recuerdan que el peor año fue el 2012 por las subidas del IVA y del IRPF, y por la negación de la paga a los funcionarios.

- Existe una mejora generalizada de la imagen de la economía española. Desde el informe “Viva España” del banco de negocios Morgan Stanley, publicado a mediados de septiembre, hasta los elogios de muchos analistas y medios de comunicación internacionales. Quizás, como a veces he oído decir al ministro Guindos, “ni antes estábamos tan mal, ni ahora estamos tan bien”, pero sin duda ese cambio de imagen es una percepción muy valiosa. 

- Empieza a despejarse el atasco de inmuebles a la venta. En los últimos meses, la banca inmobiliaria y el propio Sareb desde su creación estaban inundados de inmuebles. El año pasado los inversores eran cautos, pero ahora ya están cerrando muchas operaciones. Según una recopilación de las propuestas de inversión realizada por Expansión, actualmente los grandes fondos internacionales tienen disponibles 20.000 millones de euros para invertir en el sector inmobiliario español, entendido como inmuebles y como riesgos inmobiliarios.

- El capital extranjero apuesta más por España. En estos momentos, asistimos al cierre de importantes operaciones, pero también a la inversa (Grifols acaba de comprar una filial de Novartis por 1.240 millones de euros). De modo que, cada vez más, nuevos ejemplos van engrosando la lista de multinacionales españolas de gran éxito, que se suman a los casos de Telefónica, Inditex o grandes grupos bancarios.

- Los directivos siguen siendo los auténticos embajadores de la economía española. Durante la crisis, ellos han sido quienes han ido a los centros financieros internacionales contando la parte positiva de nuestra economía. Han hecho una heroicidad, y siguen en ese esfuerzo, a través de la gira internacional, y ahora nacional, llevada a cabo por algunos grandes empresarios, entre ellos Alierta y Fainé. Una reciente encuesta de la AED desvelaba que seis de cada diez ejecutivos prevén una mejora en la facturación y los beneficios, aunque señalaban la necesidad de mayor acceso al crédito, estímulos empresariales y bajada de impuestos.

Por lo tanto, aún quedan retos que acometer. Cinco de ellos son:

- Falta un trabajo ingente para construir un modelo económico que sea duradero y que cree empleo. Por eso, no solo no se han de parar las reformas sino que tampoco hay que dar la sensación de que estas han finalizado. La realidad es cambiante y hay que seguir en esa dinámica en aspectos como el gasto público controlado, más reforma fiscal, más reforma laboral, mayor competitividad y productividad, reforma de las pensiones…

- Hay que reindustrializar España. El peso del sector industrial a principios de los 70 en nuestro país era casi de un 40% del PIB, ahora se ha reducido a un 19%. La industria genera un núcleo de trabajadores estable, con menos estacionalidad que otros sectores, y clave en el desarrollo de las exportaciones. Para ello, uno de los elementos más reclamados por el sector industrial es la bajada del precio de la electricidad, donde España es el segundo país más caro de Europa.

- Se deben crear condiciones para crear empleo. Incluso los observadores más optimistas de la economía española, y por supuesto todos los organismos internacionales, son cautos, por no decir escépticos, sobre la capacidad de España para crear empleo. En Expansión elaboramos un panel de expertos para conocer sus propuestas e ideas sobre la creación de empleo, y aportaron algunas muy concretas, como la necesidad de que en las relaciones laborales haya una primacía del convenio de empresa sobre el sectorial, el fomento de los contratos a tiempo parcial y en prácticas, de forma que sean más flexibles; rebajar el IRPF y las cotizaciones sociales; una política más activa de apoyo a la contratación y, por supuesto, reducir aún más las prórrogas a los emprendedores.

- La reforma de las Administraciones. Reducir el gasto autonómico y avanzar en un auténtico mercado interior español es muy importante, y aún se puede mejorar mucho la eficiencia. Todos tenemos ejemplos de duplicidades entre competencias en la Administración nacional, autonómica y local.

- Por último, los impuestos; el gran debate y la decisión que más impacto directo va a tener en el consumo y en la actividad empresarial. Es una medida que está vigente en los presupuestos en 2014, donde los motores de crecimiento se han fijado en la exportación, en la investigación y el desarrollo, y en las pymes. Unos presupuestos en los que el apoyo al comercio exterior ha subido un 13%, pero también en los que la deuda pública rozará el 100% del PIB. Durante todo el 2014 se va a hablar de bajada de impuestos, como ya está sucediendo, pero me temo que no se aplicará hasta el año 2015, antes de las elecciones.

“Me preocupa el ruido político”

Por su parte, Jorge Rivera, director de Cinco Días, expuso en dos decálogos tanto las razones que invitan al optimismo como los riesgos que se ciernen sobre “la recuperación en la que estamos entrando”.

El decálogo de las causas optimistas incluye:

- Un dato evidente: el final de la recesión. El PIB ha crecido un 0,1% en el tercer trimestre. Todos los indicadores apuntan a que habrá un aumento mayor en el cuarto, así como una previsión de crecimiento para el próximo año, ya sea del 0,5%, como algunos sostienen, o de hasta el 3%, como apuntan algunos expertos. 

- Nuestra gran industria, el turismo, que va este año camino del récord y estaremos muy cerca de la cifra, nada desdeñable, de 60 millones de turistas. 

- El sector exterior, con una balanza exterior en números negros y una reducción muy considerable del déficit comercial. 

- Una inflación absolutamente controlada, sin riesgo de entrar en deflación, que además se está viendo acompañada de una moderación salarial.

- La bolsa, en estos momentos está entre las más rentables de Europa.

- Una notable llegada de capital extranjero, no solo especulativo sino también productivo. 

- La mejora evidente del sistema financiero. 

- La progresión de los resultados empresariales.

- El cambio de discurso en las empresas. Hasta hace unos meses, prácticamente todas las conversaciones se centraban en cómo ajustar. Progresivamente, ahora se habla de cómo estructurar la empresa y qué apuestas hacer para mejorar los ingresos. 

- La implicación de los bancos centrales, tanto de la Reserva Federal como del Banco Central Europeo, por insuflar a los mercados un poco de tranquilidad, serenidad y liquidez, que eviten la caída.

Frente a este decálogo, no hay que perder de vista los desafíos y riesgos de los próximos meses, que son:

- Ineludiblemente, el paro. 

- La generación de un empleo menos estable y más precario, que puede tener consecuencias negativas para el tercer punto.

- Un consumo interno, todavía bastante renqueante. 

- El déficit, uno de los grandes desequilibrios en nuestra economía. Si bien es verdad que está en fase de control, todavía sigue absolutamente alto.

- El ritmo de las reformas estructurales. Es necesario continuar con ellas, especialmente con la de la Administración Pública y la del sistema fiscal.

- El temor en los hogares por el futuro, a corto y medio plazo. Todavía no está estabilizada la sensación de que podemos empezar a invertir o a comprar, lo cual puede tener un peso negativo en el consumidor, que es el motor de cualquier economía.

- El crédito, que no empezará a fluir hasta que el movimiento de desapalancamiento haya culminado. 

- Un ritmo de crecimiento excesivamente lento, que puede ser muy peligroso. 

- El ruido político. Vamos a entrar ahora mismo en un período de elecciones –primero las europeas y después las autonómicas– y, si se cumplen todos los calendarios con las elecciones generales, estaremos hablando de un proceso de casi dos años. La historia nos demuestra que, en períodos electorales, muchas de las reformas pendientes de acometer no se hacen. Igualmente me preocupa que, desde los partidos políticos, no exista una resolución clara sobre el modelo de Estado, y me preocupa mucho más la desafección ciudadana sobre los partidos políticos y sobre las instituciones. 

- Los bancos centrales, pero en otro sentido; es decir, si antes los veía como soporte de la recuperación, también los considero un riesgo, si tienen prisa por quitar las redes de apoyo a la economía que ahora mismo hay tendidas, pues eso nos puede hacer caer.

Rivera finalizó su intervención animando a los más de 1.500 directivos congregados a creer firmemente en la fortaleza de sus empresas y en España, pues “gran parte del ritmo de recuperación de la economía va a depender de su aptitud y de su actitud”, a la vez que ofreció el apoyo incondicional de Cinco Días para conseguirlo.


Artículo publicado en Executive Excellence nº108 dic13