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El mago Merlín, el rey Arturo y la gestión del talento

(Tiempo estimado: 4 - 8 minutos)

En estos días cercanos a la Navidad, volvemos a la familia. Mi hijo, que acaba de cumplir veintiún años y viene desde lejos a pasar las vacaciones con nosotros, de nuevo me invita a ver Merlín el Encantador, antigua película de dibujos animados de Walt Disney que desde niño guardaba como un tesoro y que siempre ha querido ver conmigo.

Antes, a los 6-7 años aunque de sobra sabía leer, como aperitivo a la sesión de cine, solía pedirme que le leyera alguna historieta de Mortadelo, que yo le dramatizaba a la perfección. Naturalmente, como “premio” a mi lectura, generosamente me ofrecía ver con él el filme de Merlín. Así lo hemos disfrutado en varias ocasiones, a pesar del paso de los años.

La película describe la leyenda del rey Arturo de niño y cuenta cómo el mago Merlín espera su llegada, le identifica, le “selecciona” y le prepara como futuro rey de Inglaterra. Creo que esta historia es tan fascinante para niños como para ejecutivos interesados en gestionar lo más valioso de las organizaciones, el talento humano.

La actitud y la conducta de Merlín coinciden de forma prodigiosa con los criterios de gestión del talento que debieran aplicarse y que se predican más que practican entre las empresas más “admiradas”, a las que se “quiere” ir a trabajar, con mejor clima, conciliación o diversidad, etc. o en las que ocupan los primeros puestos de cualquiera de los innumerables rankings que se fabrican. La conclusión fundamental, aunque a veces, y más hoy día, parezca una paradoja, es que existe una alta correlación entre las mejores empresas, las excelentes y que generan mayor valor y las que tienen más desarrolladas y realmente operando sus prácticas de gestión del talento.

Un mago del talento

¿Cuáles son las acciones de Merlín que coinciden con esas prácticas de excelencia?

1. IMPORTANCIA Y NECESIDAD DEL TALENTO: ES LA DIFERENCIA CLAVE. El rey de Inglaterra había muerto y el pueblo estaba triste. El caos reinaba en todo el país. El más fuerte abusaba del más débil. La leyenda dice que apareció una espada hundida en una roca y sólo aquél que pudiera sacarla sería proclamado rey. Merlín, en su cabaña del bosque con su búho Arquímedes, busca candidatos para el puesto. Como era mago y adivinaba el futuro, conocía en qué fecha y hora debía aparecer la persona en su cabaña, aunque todavía no sabía exactamente de quién se trataba.

Paralelamente, las empresas excelentes saben que el talento es la diferencia estratégica clave que distingue entre las mejores y las meramente medianas. Las empresas excelentes buscan el talento permanentemente y de forma proactiva. Así, consiguen que el talento vaya a estas compañías porque es en ellas donde los mejores crecen, aprenden, aportan, se desarrollan y triunfan. El talento llama al talento.

2. BÚSQUEDA BIEN ORIENTADA=IDENTIFICACIÓN CERTERA DEL CANDIDATO. Merlín sabe muy bien cómo debe ser la persona que ocupará el trono de Inglaterra. Descartando a otros candidatos, se fija en Arturo, un niño de unos doce años, delgado, enclenque pero ágil, inteligente, optimista y valiente, con iniciativa, que no teme ir al bosque a recuperar la flecha que había perdido su torpe amigo, el grandullón Kay, y que no se atrevía a rescatar. Merlín le identifica como el candidato perfecto, no tanto por su experiencia como por su actitud personal, carácter y capacidad de aprender.

Del mismo modo, las compañías excelentes tienen una idea muy clara sobre el tipo de profesionales que quieren y necesitan, y los buscan no sólo por su experiencia sino por su actitud, capacidad y potencial de aprender, aportar y desarrollarse. El talento nunca llega “maduro” a la organización: en ella crece, se desarrolla y sigue aportando, con sus mejores y nuevas capacidades puestas en funcionamiento y acción.

3. PERSECUCIÓN, 

ATRACCIÓN, CAPTACIÓN Y FIDELIZACIÓN. ¡Ha llegado el momento! Tras identificar y conocer a Arturo, Merlín decide trasladarse de casa, y acompaña a Arturo de vuelta a la suya, donde vive, acogido por una rústica y tosca familia, los padres de Kay. Merlín se muda a un viejo castillo abandonado, frío, húmedo y lleno de goteras, pero cercano a la casa de Arturo. De forma mágica y ante el asombro de éste, Merlín consigue atraerle y cambiar su carrera -iba a ser un vulgar escudero-, frente a otro proyecto inmensamente más importante cuyo fin ni Arturo sabe. Con todo el respeto, combate, esgrima, equitación y entrenamiento con monigotes y espantajos serán poco a poco cambiados por libros, conocimiento, sabiduría y nuevas experiencias. 

De igual forma, las compañías excelentes hacen al candidato una presentación ganadora de la empresa y del proyecto y una “oferta que no se puede rechazar”. Sus argumentos de atracción son fundamentalmente emocionales y apuntan a los valores, actitudes e intereses de la persona. Hay por delante un gran proyecto, una gran empresa y un gran puesto para atraer a los mejores.

4. DESARROLLO PERMANENTE DEL TALENTO EN PROYECTOS ESPECIALES. Merlín facilita a Arturo un enorme desarrollo de habilidades y experiencias, encomendándole proyectos especiales en todos los contextos: agua, tierra y aire. De forma mágica, Arturo y Merlín, que siempre le acompaña, se convierten, sucesivamente, en pez, ardilla y pájaro. En cada uno de estos proyectos, junto con Merlín, pero dependiendo de sus propios recursos y habilidades, Arturo adquiere y desarrolla un gran aprendizaje, superando muchas situaciones no exentas de grandes riesgos y peligros, al final de las cuales vence la perseverancia, la inteligencia y la valentía. 

Paralelamente, en las empresas excelentes, los puestos más atractivos para los profesionales, que son los de alta eficacia para las empresas, suelen ser los proyectos especiales y los puestos con alta responsabilidad, con un movimiento relativamente rápido de un puesto a otro. En ellos, los profesionales de alto potencial hincan los codos, aprenden y aportan, adquieren una gran experiencia y vencen resistencias, que a veces parecen por encima de sus capacidades pero que constituyen auténticos desafíos y la principal vía de desarrollo.

5. SEGUIMIENTO EFICAZ DEL TALENTO. Merlín observa cómo Arturo sabe, quiere y lleva a cabo a la perfección todo lo que se le encarga, con celo y compromiso. No sólo ha sabido cumplir, rematar y superarse en los proyectos que le han encomendado, sino que además tiene el “instinto” y actitud personal de desempeñar siempre bien la tarea, con independencia de la exquisitez, simpleza o rudeza de la misma. No se le caen los anillos en ningún cometido. Merlín observa cómo Arturo coloca y arregla eficazmente el monigote de caballo que, como escudero, hace funcionar con una manivela para que el torpe Kay se entrene inútilmente. El cascarrabias e hipercrítico Arquímedes refunfuña: “Mira, Merlín, un monigote vistiendo a otro monigote de paja y ayudando a otro monigote inútil”. Pero Merlín le corrige: “No, Arquímedes. Este niño tiene fibra y entusiasmo y para todo se requiere maña y astucia. Se entrega en cuerpo y alma para llevar a cabo el trabajo. Todo trata de hacerlo bien y su esfuerzo va en la dirección correcta”.

De la misma forma, las compañías excelentes practican un seguimiento permanente y continuo, formal y, sobre todo, informal, manteniendo un constante contacto con los profesionales de alto rendimiento, prestando atención a sus expectativas de carrera, escuchando mucho, dando mucho feedback sobre capacidades y áreas de mejora, haciendo coaching para entrenar puntos fuertes y cuidar las fisuras, y proporcionando mentoring con directores senior, cuya experiencia se admira, respeta y trasvasa eficazmente a los jóvenes.

6. DESCARTAR A LOS PROFESIONALES DE BAJO RENDIMIENTO. En su proceso de selección, Merlín descarta a profesionales de “bajo rendimiento”, primero a Kay por ser excesivamente tosco y falto de inteligencia y posteriormente a otros candidatos que no tienen las habilidades y capacidades para sacar la espada incrustada en la roca. Los números 1 se rodean de números 1 y los números 2, de números 3 y 4. Junto a Merlín, un mago, está Arturo, un futuro rey, y Arquímedes, un búho cascarrabias pero que piensa, razona y se comporta mejor que muchos humanos. Alrededor de Kay, el otro candidato, hay toscos campesinos que sólo saben beber, discutir y pelear.

En general, en las empresas el bajo rendimiento se rodea de bajo rendimiento, que mina profundamente la moral y la acción de las personas de alto rendimiento. Tan eficaz como la selección de los mejores es el descarte de todos los profesionales de bajo rendimiento.

Estas prácticas, juntas y alineadas, dan lugar a la excelencia, de la misma forma que Merlín alcanzó la excelencia en su proceso de identificación, captación y selección de Arturo como futuro rey de Inglaterra. Toda búsqueda bien realizada es siempre una exquisita gestión del talento y consiste en situarlo donde mejor se puede aprovechar y desarrollar.

El talento y el saber, como dice Merlín, son el verdadero poder. En la gestión del talento, todos podemos ser Merlín, si prestamos atención a figuras como la de Arturo, que brotan continuamente a nuestro alrededor. Quizás no seamos ni tan magos ni tan sabios, pero nos acercamos a su sabiduría y resultados si compartimos la actitud de buscar, identificar, desarrollar y gestionar el talento que surge en nuestro entorno.


José Medina

Presidente de Odgers Berndtson Iberia

Artículo de opinión publicado en Executive Excellence nº65 dic09