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Robots: recursos (no) humanos para abrir nuevos mercados

(Tiempo estimado: 4 - 8 minutos)

Cuando mencionamos la palabra “Robot” mucha gente siente ciertos temores. Algunos los podemos considerar pertenecientes al ámbito de la ciencia ficción, como son los de la dominación, pero otros no, como son los temores a ser sustituidos en el puesto de trabajo.

Es muy razonable el temor a que un robot ocupe puestos de trabajo productivos, ya que la realidad nos ha mostrado que desde la década de los años 70, los robots industriales han ido ocupando de una manera mucho más eficiente los puestos de trabajo, que antes ejercían humanos en el sector de la manufactura, hasta llegar actualmente a una población aproximada de un millón de robots industriales en funcionamiento en todo el mundo. Estos robots se ocupan de la producción de automóviles, circuitos electrónicos, envasado y prácticamente cualquier tarea repetitiva que se pueda realizar.

Hoy en día se fabrican cerca de sesenta millones de coches anuales en todo el mundo. Este volumen de producción ha sido posible gracias a la incorporación de los robots en las diferentes tareas de la cadena de producción (soldadura, fresado, pintura, etc), ya que los robots han permitido un incremento considerable de la calidad de producción a un precio muy competitivo, gracias a que son máquinas con una alta precisión, velocidad y unas tasas de fallo muy bajas.

Pero no son sólo robots industriales los que pueblan nuestro planeta. Se considera que actualmente hay cerca de siete millones de robots en el mundo, de los cuales uno corresponde a robots industriales y seis a robots de servicios. Pero ¿qué son los robots de servicio?

Los robots de servicio son aquellos utilizados para todas las tareas que no son de manufactura. Hay por tanto una enorme variedad de aplicaciones para este tipo de robots. Desde robots terapéuticos, como la foca japonesa con el desafortunado nombre de “Paro”, utilizada para el tratamiento de personas con problemas emocionales, a robots de desactivación de explosivos utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas . Lo cierto es que el avance de las tecnologías robóticas está permitiendo abrir nuevos mercados y aplicaciones sorprendentes.

Los robots aplicados a la cirugía por ejemplo, que se están distribuyendo por hospitales de todo el mundo civilizado, permiten varias mejoras extraordinarias sobre la cirugía tradicional. Estos robots son controlados por un cirujano desde una consola que no tiene por qué estar en la misma sala de operaciones, ni siquiera en el mismo continente. Por tanto permiten a una persona ser operada por un especialista sin tener que desplazarse hasta el país donde éste se encuentre. Además, algunos de estos robots mejoran considerablemente las facultades del cirujano, corrigiéndole posibles temblores de manos,  avisándole de posibles errores, dándole una visión mucho más precisa y en definitiva haciendo menos traumática la intervención al paciente, con postoperatorios más cortos. Cualquier cirujano, gracias a este tipo de robots, pasa a ser un mejor cirujano. Los resultados que se están consiguiendo en todo el mundo son sorprendentes. Actualmente hay más de cuatro mil robots de asistencia a cirugía y terapia, valorados en más de mil millones de dólares. En un futuro no lejano tendremos robots de este tipo en prácticamente todos los hospitales de los países con economías desarrolladas.

La utilización de robots capaces de moverse en el interior de tuberías también ha abierto nuevos mercados, como son el de inspección y mantenimiento, permitiendo identificar roturas en el interior de tuberías en las que no cabría una persona e informando de la situación exacta de las mismas, lo que permite repararlas de forma localizada, no teniendo por ejemplo que levantar toda una calle para identificar los puntos de la rotura.

Hay ciudades en las que ni siquiera hay planos de las instalaciones de alcantarillado y agua. En estos casos un robot puede facilitar enormemente el trazado o corrección de planos.

Robots similares ya están realizando instalaciones de fibra óptica aprovechando las redes de alcantarillado, lo que redunda en menores tiempos de instalación, menores costes y menores molestias para el ciudadano al no requerir de obra civil. Hay ciudades con arquitecturas especialmente protegidas por su valor histórico, que no pueden involucrarse en obras civiles fácilmente. Ante estas situaciones los robots facilitan la inspección, limpieza y reparación de tuberías, o la instalación de fibra óptica sin obra civil.

Existen más de tres millones de robots limpiando los suelos de hogares de todo el mundo. Pequeños robots con forma de platillo que recorren por el suelo todos los rincones de la casa en busca de suciedad hasta dejarla impoluta, para posteriormente buscar su unidad de recarga y conectarse ellos solos.

En el año 2002 el petrolero Prestige se hundió frente a las costas gallegas posándose a cuatro mil metros de profundidad. De su interior manaba crudo que no podía detenerse por la gran profundidad, que impedía a cualquier buzo bajar.  Afortunadamente, el robot subacuático Nereus pudo bajar a esa profundidad para taponar las quince fugas que se encontraron.

Este tipo de robots se utilizan para funciones muy diversas. Tales como la observación de la fauna y flora marinas, la inspección y reparación de cables intercontinentales, búsqueda de ruinas submarinas, instalaciones de estructuras subacuáticas, etc. Actualmente se utilizan cerca de seis mil robots para aplicaciones subacuáticas, valorados en más de dos mil millones de dólares.

La gran variedad de posibles aplicaciones reales de la robótica está permitiendo reducir costes operativos en las empresas, mejorar sus resultados y abrir nuevos mercados. Es de esperar por tanto que se cumplan las previsiones de organizaciones tan prestigiosas como las Sociedades Robóticas Japonesa  y Americana y la International Federation of Robotics, que pronostican la existencia de más de dieciocho millones de robots en funcionamiento  para 2011 y un mercado de sesenta y seis billones de dólares para el 2025. Muchas empresas están ya moviendo sus fichas para formar parte de ese nuevo mercado. Pero, ¿hacia dónde apuntan las tendencias en aplicaciones robóticas?

Por una parte el mercado de la robótica aplicada a la seguridad, rescate y defensa va a seguir creciendo con inversiones multimillonarias. El interés de muchos países, en especial de Estados Unidos, por disponer de sistemas de defensa robotizados es real. Empresas como Boeing ya están trabajando en sus modelos de UAV (vehículos voladores no tripulados), capaces de sobrevolar zonas para observación y  descarga de explosivos o víveres, regresando posteriormente a la base. Estados Unidos ya ha utilizado otros modelos de UAV denominados Predator-C para realizar bombardeos localizados sobre Afganistán.

Cada vez más empresas están desarrollando robots de desactivación de explosivos y desminado, y en casos más limitados, robots armados con ametralladoras, lanzagranadas y lanzamisiles. Es indudable que nos dirigimos a una era con ejércitos robotizados, en la que la humanidad habrá de saber controlar su poder destructivo.

Los robots de telepresencia empiezan a repuntar como sustitutos de los sistemas de videoconferencia. Estos robots abren tremendas posibilidades. Son los ojos, los oídos y la boca de la persona que los controla desde otro lugar con su ordenador a través de Internet. La asistencia a congresos, ferias y reuniones no requerirá obligatoriamente desplazarse. Existirán robots disponibles en los congresos de manera que cualquier persona podrá, tras el pago de la correspondiente cuota, tomar desde su casa el control del robot de forma sencilla, moverse por el congreso, mantener conversaciones con otros visitantes, atender las conferencias e incluso hacer preguntas al final de las ponencias. Ya se están empezando a utilizar, aunque de forma tímida, en hospitales para permitir a los médicos hacer visitas a varios enfermos de varios centros sin moverse de casa. La mejora de las comunicaciones está haciendo posible este tipo de aplicaciones con costes muy bajos de utilización.

Se esperan también importantes ventas en robots domésticos y de entretenimiento. Tanto para niños como para adultos. Los robots de limpieza seguirán distribuyéndose por los hogares, a la vez que juguetes robotizados inteligentes y pequeños robots de entretenimiento y hobby. Se estima que para 2011 existirán cerca de quince millones de robots domésticos y de entretenimiento.

Serán muchas las aplicaciones de la robótica que irán surgiendo, tanto para la asistencia en el hogar, como para tareas de transporte, limpieza de fachadas, guías de museos, limpieza, entretenimiento, rehabilitación, etc.

Una de esas aplicaciones que tendrá importantes implicaciones sociales será la de la asistencia a la discapacidad. Ya son reales algunos modelos de manos y piernas robóticas, que permiten dar a personas que han perdido dicho miembro, la posibilidad de volver a vivir como la mayoría de las personas, con libertad de movimientos y sensación de independencia.

Se está trabajando intensamente en sistemas para dar visión a los ciegos, exoesqueletos para permitir caminar a personas con debilidad muscular y se están obteniendo éxitos verdaderamente sorprendentes, como la silla de ruedas controlada por la mente desarrollada recientemente por científicos de la Universidad de Zaragoza.

Cada vez irán apareciendo más dispositivos robotizados capaces de sustituir carencias del ser humano. Poco a poco veremos más personas que lejos de quedarse en casa impedidos o avergonzados, saldrán a la calle con la confianza de que pueden hacerlo.

La robótica está abriendo nuevos mercados.

Fuente de las cifras:

IFR (International Federation of Robotics) y la Asociación Robótica Japonesa.


Alejandro Alonso Puig

Presidente de Quark Robotics

Ponente de Thinking Heads

Artículo publicado en Executive Excellence nº60 jun09