No más burnout: cómo contraatacar, encontrar tiempo y no permitir que la tecnología gane

Quizá no sabías que no se trata tanto de cuánto tiempo usas tu móvil, sino de cómo lo usas, lo que acaba indicando un signo de adicción, o que la pasión por tu trabajo puede hacer que seas más propenso a sufrir burnout, en lugar de menos. O puede que creas que los pensamientos impostores están vinculados causalmente con el agotamiento, cuando en realidad pueden llegar a ser útiles para ayudarte a lidiar con lo que, tal vez, simplemente sea una sobrecarga de roles.
Estas son algunas de las revelaciones de los estudios de Alyson Meister, Jon Jachimowicz y Basima Tewfik, profesores del IMD, Harvard Business School y MIT Sloan School of Management, respectivamente. Los investigadores compartieron sus aprendizajes sobre el burnout en el entorno laboral, durante una de las sesiones “Mind Matters”, organizada por Thinkers50 en colaboración con The Silicon Guild.
Cómo afecta el agotamiento, especialmente entre profesionales del conocimiento, y cómo la tecnología puede contribuir tanto a aliviar como a exacerbar este problema fueron algunos puntos candentes de un síndrome que requiere soluciones a nivel organizacional e individual. “El burnout no es una debilidad personal, y no es binario; todos lo experimentan en algún grado”, convinieron los ponentes.
La moderadora Morra Aarons-Mele destacó la sobrecarga de trabajo que la era digital ha generado. Tan importante es ser consciente de cómo interactuamos con la tecnología, el trabajo y las expectativas personales, como la necesidad de intervenciones a nivel personal y organizacional para mitigar el burnout.
Los estudios de Alyson Meister revelan que la tecnología no es intrínsecamente negativa, pero su uso excesivo o mal gestionado contribuye al agotamiento. “Ser intencional con el uso de la tecnología y realizar experimentos para desconectarse, como dejar de usar el móvil por la noche, ayuda a gestionar una dependencia tecnológica que puede generar estrés, agobio y disminuir la capacidad de recuperación”.
Jon Jachimowicz, en su investigación centrada en la pasión, descubrió que “la pasión intensa en el trabajo puede hacer que las personas trabajen más sin darse cuenta de que necesitan tiempo para reponerse”. Por su parte, y en contra de la creencia convencional, la investigación de Basima Tewfik sugiere que, no siempre, el llamado síndrome del impostor provoca agotamiento. “En ciertos contextos, los pensamientos de impostor pueden incluso mejorar el rendimiento, ya que las personas tienden a esforzarse más”. Asimismo recomendó, en lugar de enfocarse en pensamientos negativos internos, mantener conversaciones directas sobre la carga y prioridades del trabajo.
Contenido sólo para suscriptores
El contenido completo de este artículo sólo está disponible para suscriptores. Por favor, haga clic aquí a continuación para ver las opciones de suscripción disponibles:
Si ya es suscriptor, inicie sesión aquí:
Últimos artículos





