Error: de castigo a aprendizaje
Llegar a valorar la capacidad de aprender de los errores y de ver los fracasos como oportunidades para la mejora continua ha supuesto un camino arduo y para muchos inconcluso, pues no terminan de entender cómo sacar partido al fracaso.
A lo largo de la historia de la humanidad, los cambios culturales, filosóficos, científicos y sociales han afectado a la concepción del error. De ser entendido como una deshonra o muestra de debilidad para las culturas mesopotámicas y egipcias, donde los errores eran considerados castigos por comportamientos inmorales o donde las fallas en la agricultura se atribuían a la ira de los dioses; hasta su valía como una parte natural del aprendizaje y el pensamiento humano para los filósofos griegos.
Contenido sólo para suscriptores
El contenido completo de este artículo sólo está disponible para suscriptores. Por favor, haz clic aquí a continuación para ver las opciones de suscripción disponibles:
Si ya tienes una suscripción activa, inicia sesión aquí: