Thomas L. Friedman: una visión optimista

El primer contacto que tuve con el trabajo de Thomas L. Friedman fue por recomendación de Benjamin Netanyahu, entonces viceministro de Asuntos Exteriores con el gobierno de Yitzhak Shamir. En aquellos momentos, primavera de 1990, Bibi no debía estar muy “enfadado” con Friedman, ya que me instó a leer From Beirut to Jerusalem… sé que más tarde -tras leer sus trabajos sobre Sabra y Chatila- su apreciación sobre el escritor estadounidense cambió, aunque espero que no su respeto profesional.
Aquel libro resultó mágico, e inició el camino de Friedman como autor de best sellers. Fue premiado con el galardón Cornelius Ryan y el National Book Award para libros de no ficción. Su carrera como escritor dio paso a otros grandes libros, pero si en algo destaca es como periodista curioso e infatigable investigador… Aunque quizás lo que más le hubiera gustado habría sido dedicarse al golf o el tenis de forma profesional.
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