La clave para conectar con las personas
La vida son relaciones. Todo gira en torno a ellas. Pocas cosas hay más importantes para la marcha de un negocio que el establecimiento de relaciones duraderas. En igualdad de condiciones, a la gente le gusta hacer negocios con la gente que conoce y tiene confianza; y en desigualdad de condiciones, a la gente le sigue gustando hacer negocios con la gente que conoce y tiene confianza. Y las relaciones personales se basan en cuatro cosas por este orden:
1. Llevarse bien con los demás.
2. Gustarles.
3. Persuadirles.
4. No defraudarles.
Lo primero de todo, antes de vender nada, es conectar emocionalmente con la gente, porque es difícil que alguien que te cae mal te venda algo. La pregunta es inmediata: ¿cómo conectar emocionalmente (llevarse bien y gustar) con las personas?
Apuntamos algunas ideas:
1. Acepta a la gente
En la medida que te lleves bien con gente más diversa, más oportunidades de hacer negocio y más posibilidades de recibir ayuda. Si sólo te gusta la gente que lleva corbata, dejarás de lado a mucha gente; si sólo te gusta la gente que tiene estudios, dejarás de lado a mucha gente. Y así con todo. La gente no es binaria, todos tenemos puntos fuertes y débiles, virtudes y carencias.
2. No impongas tus valores
Son escasos (ninguno) los ejemplos de personas que imponiendo sus valores consigan seducir a los demás. Está bien tener opinión propia y hacerla saber, pero otra cosa es creer que uno lleva razón y los demás están equivocados siempre. Casi todo es criticable o aceptable según cómo se mire.
3. Estudia quiénes son
La mejor manera de relacionarse con otros es entrando en su mundo. Para poder conectar con la gente es importante conocerles, y conocerles implica saber de dónde vienen (dónde nacieron, estudiaron, vivieron), en qué trabajan (lo que hacen) y cuáles son sus aspiraciones (planes de futuro). Si conoces a la gente, la podrás entender y aceptar, y también ayudar y apoyar para que logren sus objetivos. Escuchar es la clave para comprender cómo son los demás. La empatía es esencial.
4. Indaga las pasiones compartidas
Pocas cosas unen tanto a la gente y derriban tantas barreras emocionales como las pasiones compartidas. Si a ti te gusta la poesía y a mí también, empezamos con buen pie; si a te gusta montar en bicicleta y a mí también, es más difícil que nos llevemos mal. La gente fuera del trabajo se relaja y eso permite conectar mejor con ella.
5. Descubre los intereses comunes
Si no hay pasiones compartidas, hay otro aspecto que genera mucha conexión: los intereses comunes. Haber estudiado en el mismo colegio o universidad, veranear en la misma ciudad, ser del mismo pueblo, tener amigos cercanos o ser seguidor de un mismo equipo, todo eso ayuda al acercamiento con la otra persona.
6. Practica el humor
Si no encuentras pasiones compartidas o intereses comunes (casi siempre los hay), intenta poner un toque de humor. Es difícil que tengas entre ceja y ceja a alguien que te hace reír. El humor es un gran pegamento en las relaciones sociales. «El humor -como decía Víctor Borge- es la distancia más corta entre dos personas».
7. Haz favores
Cada vez que haces algo por alguien te ganas su amistad. Siempre que alguien te pida un favor y esté en tus manos, hazlo. Y todavía tiene más valor si es sobre tres temas: salud, dinero o hijos. Son temas de supervivencia, y eso añade importancia. Sin salud, no se puede vivir; sin dinero, tampoco; y los hijos es lo más importante para todos. Eso sí, cuando hagas un favor, no mires el marcador y quieras cobrártelo demasiado pronto, porque se volverá en tu contra.
8. Pide ayuda
Porque pedir ayuda es hacer sentir importante a la gente. Es reconocer que los necesitas. Y como decía el psicólogo William James, «la necesidad humana más universal es la necesidad de ser apreciado». Cuando alguien nos halaga o elogia, nos tiene ganados. El reconocimiento siempre suma.
9. Aporta valor
Si sabes que alguien está trabajando en un tema concreto, y lees un artículo sobre eso, envíaselo. Si sabes que alguien busca a alguien concreto para un proyecto y conoces alguna persona, preséntaselo. Si eres experto en algún tema, y alguien te pide que leas algo que ha escrito, hazlo. Intenta ser una persona de valor que hace que los demás crezcan.
10. Pon en valor a los demás
Siempre que puedas, aprovecha para destacar las cualidades o éxitos de otras personas. Si encima eres una persona de autoridad, el valor es mayor. La publicidad y el autobombo siempre son sospechosos, mientras que cuando los elogios vienen de terceros adquieren credibilidad. El elogio siempre es poderoso, hacerlo en público lo es mucho más.
11. Nunca caigas en la arrogancia
Pocas cosas nos distancian tanto de los demás como la soberbia. La humildad nos acerca y conecta a la gente; la soberbia nos distancia de ella. Tú no lo sabes todo y los demás son mejores que tú en algo. Cualquier persona puede ser tu maestro y de cualquiera puedes aprender si te dejas enseñar. La falta de humildad nos despoja de todo sentido crítico, que es donde se asienta la capacidad de aprendizaje.
12. Personaliza al máximo
En todas tus acciones (mails, invitaciones a eventos, felicitaciones...) intenta personalizar al máximo. Estandarizar es tratar a todos por igual; personalizar es hacer sentir a cada persona única. En cada acción que realices intenta vincularla con algo personal de la otra persona. Exige mucho más tiempo y energía, pero te aseguro que merece la pena y es mucho más rentable.
13. Contesta rápido
Si alguien te hace una consulta, te llama o te pide un favor, intenta contestar o actuar rápido. Una buena acción que llega tarde es una mala acción. En un mundo hiperconectado, la rapidez es un valor, porque poca gente lo es. La lentitud, en muchos casos, indica indiferencia. La lentitud te hace perder valor. Ser rápido te vuelve más encantador.
14. Conecta en redes sociales
Vivimos en un mundo hiperconectado de redes sociales. ¿Cómo conectar aquí? Un like, un comentario, un mensaje directo o un retweet son formas fáciles y sencillas de mostrar interés por la gente. Como escribe Guy Kawasaki en su libro El arte de cautivar: «El retweeting es la forma más sincera de halago».
En definitiva, para ser interesante, interésate por los demás. Ya lo decía Dale Carnegie en su clásico Cómo ganar amigos e influir sobre las personas: «Se pueden ganar más amigos en dos meses interesándose por los demás que en dos años intentando que los demás se interesen por nosotros».
Francisco Alcaide Hernández, conferenciante, escritor y formador en liderazgo y motivación. Autor del bestseller 'Aprendiendo de los mejores' (17ª edición) (www.franciscoalcaide.com / www.conferenciasfranciscoalcaide.com)
Texto publicado en Executive Excellence nº159, jul/ag 2019.