Revolución digital, el punto de no retorno positivo
En los últimos diez años hemos sufrido una crisis brutal de raíces financieras, como todos sabemos, pero las respuestas a la crisis nos han ayudado también a producir un cambio estructural en la economía. En concreto, la política monetaria del BCE es una bendición para España, un país fuertemente endeudado a tipos variables. La tímida reforma del mercado de trabajo y la transformación del sector financiero han ayudado también. En resumen, hemos emergido de la crisis con una economía más competitiva, más equilibrada, más basada en la inversión en bienes de equipo y en las exportaciones, con menos barreras a la creación de empleo y con estabilidad financiera.
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