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Fernández Aguado y Aristóteles, certezas para el siglo XXI

28 de Mayo de 2023//
(Tiempo estimado: 6 - 11 minutos)

La Fundación Rafael del Pino acogió una celebración singular, por muchos motivos. Primero, porque es infrecuente –puede que nunca visto– que una editora modere la presentación de un libro que no ha publicado su editorial, y lo haga además en compañía y excelente sintonía junto al editor de la obra. Segundo, porque si bien parece que la venta de libros de filosofía está en auge, desorientados como estamos en un mundo de incertidumbre que busca respuestas, decantarse por Aristóteles para encontrarlas es algo que solo las mentes más capacitadas pueden hacer. Tercero, porque es impresionante que un autor español de libros de no ficción haya publicado más de 70 títulos –buena parte bestsellers– y más aún sentarlo con otro autor amigo que va camino de las seis decenas.

Todo esto sucedió en la presentación de Entrevista a Aristóteles, el último libro de Javier Fernández Aguado. Marta Prieto, directora de Editorial Kolima, donde ha publicado hasta la fecha un par de libros, y Manuel Pimentel, editor de Almuzara Libros/LID Editorial, responsable de este título y donde Fernández Aguado tiene una larga trayectoria, conformaron un doblete de editores que solo se entiende cuando admiración y generosidad priman por encima de cualquier otro interés.

Solo alguien como Javier Fernández Aguado podía ponerse cara a cara frente a Aristóteles, actualizando sus textos y haciendo accesible su pensamiento, para que cualquier lector encuentre en él las claves para dar sentido a su vida y encontrar la ansiada felicidad. Cualquier lector, también –y muy especialmente– los líderes y emprendedores.

Y solo alguien como Javier Fernández Aguado, humanista y trabajador esforzado, es capaz de escribir tal cantidad de libros con una calidad incontestable. Sus horas de estudio e investigación cristalizan en obras que, por mérito propio, pronto se convierten en libros de cabecera para la alta dirección. A su faceta de autor suma la de asesor, consultor, coach y docente. Entre sus amigos se cuentan cabezas privilegiadas, como la de Juan Carlos Cubeiro, autor y experto en management, liderazgo y transformación del talento, quien le acompañó en la presentación. “Somos lo que vamos aprendiendo. Somos los libros que leemos y los amigos que tenemos”, afirmó Javier.

A continuación, recogemos algunas declaraciones del encuentro.

Colosos de ayer y hoy

Manuel Pimentel calificó a Javier y a Aristóteles como dos colosos, “uno del siglo XXI y otro que vivió hace 2.400 años y que tuvo entre sus pupilos al ilustre Alejandro Magno. Probablemente, Aristóteles sea el filósofo que más ha influido en Occidente. Él es quien cimienta toda la catedral de razón y de lógica en la que se ha basado el método científico. Estamos hablado de un coloso que, cara a cara, Javier resucita y actualiza”.

Javier Fernández Aguado, socio director de MindValue y autor del libro; Marta Prieto Asirón, directora de Editorial Kolima; Juan Carlos Cubeiro, experto en transformación del talento y liderazgo, y Manuel Pimentel, editor de Almuzara Libros/LID Editorial.

Aunque entre ambos distan casi dos milenios y medio, “el pensamiento de Aristóteles, como casi todos los clásicos, sigue estando plenamente vigente, porque le habla al alma humana” –manifestó Pimentel– y, a pesar del tiempo, “las pasiones y motivaciones son idénticas y, por tanto, la clarividencia de Aristóteles iluminó a Alejandro Magno y nos sigue iluminando en el día de hoy”."La clarividencia de Aristóteles iluminó a Alejandro Magno y nos sigue iluminando en el día de hoy. La filosofía interesa porque nos responde dudas, nos da certezas." Pimentel

El editor alabó la habilidad de Javier para actualizar los textos de Ética a Nicómaco de Aristóteles y hacer que sean más comprensibles y útiles, especialmente en un momento en el que se percibe un interés creciente por la filosofía. “Hay que pensar mucho dónde vamos. A nosotros nos formaron mucho en el cómo y muy poco en el por qué y para qué, por eso los libros de propósito y otras cuestiones filosóficas básicas van apareciendo. La filosofía interesa porque nos responde dudas, nos da certezas, nos ilumina”, declaró Pimentel. Sin embargo, también lamentó que el pensamiento actual de los filósofos se haya dispersado tanto. “Es verdad que el tiempo da perspectiva, y probablemente haga falta tiempo para saberlo, pero las escuelas filosóficas se han hecho muy líquidas, hasta se confunden. No hay. Por esa falta de pensamiento actual de referencia, tenemos que volver una y otra vez a los clásicos, como hace Javier”."Las escuelas filosóficas se han hecho muy líquidas, se confunden. Por esa falta de pensamiento actual de referencia, tenemos que volver una y otra vez a los clásicos, como hace Javier". Pimentel

Humanistas de boquilla

Preguntado por la utilidad de un libro como Entrevista a Aristóteles en el mundo de la empresa (no en vano lleva por subtítulo Filosofía para líderes y emprendedores), Juan Carlos Cubeiro defendió la necesidad urgente de leer y disfrutar a los clásicos en ese ámbito. “El liderazgo actual post-pandémico tiene que ser más intuitivo que nunca, más emotivo que nunca, más creativo por curioso que nunca y, por tanto, tiene que ser más humano que nunca. Tengo la suerte, en el coaching, de acompañar a muchas mujeres CEOs de compañías tecnólogas y casi todas tienen entre sus objetivos el estudiar más filosofía, pensar más…”."El liderazgo post-pandémico tiene que ser más intuitivo, más emotivo, más creativo por curioso y, por tanto, más humano que nunca". Cubeiro

Cubeiro expresó su honda preocupación y compromiso con la educación actual: “Para mí, ahora mismo es el gran ascensor social” y demandó un mayor estudio del humanismo: “Hoy en día, una persona que no haya estudiado –o no se preocupe por estudiar– Humanidades no puede ser un humanista. Sería un humanista de boquilla, básicamente. Y hay muchos”. Asimismo, defendió que “la idea de educación humanista de Coluccio Salutati, finales del XV, quien crea culturalmente el Renacimiento oponiendo los estudios divinos a los humanos (que en ese momento tenían que ver con la gramática, la retórica, la poesía, la historia y la filosofía moral), en el mundo de la empresa es absolutamente imprescindible”. "No se puede ser humanista sin haber estudiado Humanidades". Cubeiro

Apelando a lo “plenamente humano”, mencionó al doctor de Oxford Benedikt Frey, quien en su libro La trampa de la tecnología cuenta cómo la creatividad, la curiosidad, la inteligencia emocional y la intuición no se pueden digitalizar. “Son típicamente humanistas. GPT no es curiosidad. Si no formulas las preguntas adecuadas, entra basura y sale basura”, añadió Cubeiro. “Cada vez más, los directivos y gobernantes desde la autenticidad han de favorecer la intuición. Esta solo se puede aplicar cuando la has entrenado, y las máquinas no son intuitivas”.

El experto en transformación del talento no quiso finalizar su intervención sin destacar que si existe “una referencia absoluta en el management español que a través de 70 libros ha conectado, en cualquier idioma, la historia de la humanidad con el management, se llama Javier Fernández Aguado. No hay más. Desde el punto de vista cultural, tenemos que sentirnos muy orgullosos”.

Anclajes para el siglo XXI

Según Fernández Aguado, “vivimos en una sociedad gaseosa donde la carencia de referentes es notable. Necesitamos anclajes, y estos proceden en buena medida de los clásicos”. El autor compartió algunas enseñanzas de la vida y el pensamiento del filósofo griego: “La primera es que hay que dedicar horas al estudio y hay que profundizar. Aristóteles dedicó 20 años a estudiar en exclusiva, dos décadas preparándose, y además viajó fuera de su ciudad para completar su formación”. En su libro Ética a Nicómaco, ofreció a su hijo algunas claves para ser feliz, que Aguado listó: “La primera es saber dónde quieres llegar, dónde vas; la segunda, dónde estás, y la tercera, cómo alcanzar la meta”.

Los atajos para alcanzar cimas sin brega son siempre inmoralesAristóteles también explicó a Nicómaco las “cuatro cosas que tienes que saber en la vida para poder ser feliz. Él las llama causas”, aclaró Aguado antes de hablar sobre ellas, “primero con terminología aristotélica y luego traducidas a terminología de management contemporáneo. Has de atender a la causa eficiente, a la causa formal, a la causa material y a la causa final. Y las cuatro son esenciales para hacer el camino”.

  • La causa eficiente hoy se llama trabajo, brega, currar. “Quien llega a algún sitio tiene que trabajar. Los atajos para alcanzar cimas sin brega son siempre inmorales. El camino es el trabajo, es profundizar. Y en esto insiste Aristóteles una y otra vez”.
  • La causa material son los medios. “Con frecuencia, demasiadas personas hoy en día se escudan o refugian en la carencia de causa material para no aplicar la eficiente”.
  • La causa formal es el paradigma a seguir. “Todos, queramos o no, intentamos repetir un modelo, todos aspiramos a imitar a un paradigma; y es bueno explicitarlo. Para mí, mi paradigma es mi padre, pero cada uno tiene el suyo”.
  • Y la causa final, “la más importante de todas –le dice Aristóteles a su niño–”, es lo primero en la intención y lo último en la consecución. Es decir, es el por qué de nuestra vida. Al respecto, Aguado relató su afición de pasear por los cementerios, donde ha leídos cientos de epitafios que recogen esa causa final de los seres humanos. “Cada uno de nosotros tenemos que pensar en nuestro epitafio. Yo he elegido el mío ‘plagiando’ a Pablo Neruda –personaje absolutamente deleznable, pero sublime como poeta–, que dejó escrito un libro que lleva por título lo que he pedido que sea mi epitafio: ‘Confieso que he vivido’. Hay demasiada gente para quien la vida es algo que les pasa mientras están muy ocupados haciendo otras cosas. Aristóteles quiere hacernos conscientes de la vida, conscientes de que todos tenemos que aportar algo”. Al respecto, Aguado rememoró unas últimas palabras de Julián Marías cuando, ya enfermo, le preguntaron qué le gustaría dejar de recuerdo. Él contestó: “Yo he hecho lo que he podido”. Una reflexión que, para Fernández Aguado, completa la idea de Neruda, alineada con el pensamiento de Aristóteles.

Hay que ir sembrando actos que vayan constituyendo virtudes                               Durante el coloquio, hubo tiempo para hablar de las virtudes como valores vividos. “En las sucesivas explicaciones del filósofo a su hijo –comentó el autor–, le dice que cada uno de nosotros somos dos en uno, la combinación de nuestra primera naturaleza (aquellas características con las que venimos al mundo y con las que nos iremos de él); y sobre esa primera naturaleza se construye la segunda naturaleza, que es el conjunto de hábitos que hacen que seamos como somos. Se siembran actos, dice Aristóteles, y se recogen hábitos. A mí me gusta añadir, se siembran hábitos, se recoge el carácter; se siembra el carácter y se recoge el destino. Cada uno somos las virtudes o vicios que hemos ido cultivando. Cada uno de nosotros, desde el punto de vista práctico, somos causa sui, de nosotros mismos. Los idiomas que hablamos, cómo tratamos a los demás, cómo percibimos el mundo…, todo eso es aprendido. Somos lo que vamos aprendiendo. Diría que somos fundamentalmente dos cosas: los libros que leemos y los amigos que tenemos. Por tanto, hay que cuidar los libros y a los amigos, hay que ir sembrando actos que vayan constituyendo virtudes.La felicidad no es una meta, sino el modo en el que caminamos; y en esto creo que Aristóteles hubiera estado plenamente de acuerdo

Y esas virtudes han de apuntar al equilibrio armónico que Aristóteles denomina el justo medio, y que es francamente difícil de lograr, porque una vez que uno lo ha hecho se da cuenta de que se le han movido los extremos y hay que seguir luchando. Por eso, yo empiezo proponiendo que la felicidad no es una meta, sino el modo en el que caminamos; y en esto creo que Aristóteles hubiera estado plenamente de acuerdo”.

Si no eres ético, no serás líderFernández Aguado concluyó su exposición haciendo referencia a estas palabras de San Isidoro de Sevilla: Rex eris si recte facies; si non facias, non eris (Serás Rey si obras rectamente; si no, no lo serás), que sirven para resumir “el fondo de todo el pensamiento aristotélico, el núcleo de lo que Aristóteles enseña”. Dicho de otro modo: “Podrás ser líder, si procuras ser bueno; pero si no eres ético, no lo serás”.


Javier Fernández Aguado, socio director de MindValue y autor del libro; Marta Prieto Asirón, directora de Editorial Kolima; Juan Carlos Cubeiro, experto en transformación del talento y liderazgo, y Manuel Pimentel, editor de Almuzara Libros/LID Editorial, durante la presentación de "Entrevista a Aristóteles", en la Fundación Rafael del Pino.

Publicado en mayo de 2023.

 


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